Avalanchas y gracia 🌊
¿Saben cuando hay tantas opciones que no sabemos cuál escoger? Así se siente mi mente en este momento.
A cada instante llega una avalancha de ideas, por ejemplo, respecto de qué escribir aquí. Y luego, al sentarme a escribir, son tantas que no sé por dónde empezar, y es como si de repente se extinguieran todas las opciones. Vacío. Blanco. Nada.
Pensando en la escritura, puedo simplemente quedarme con ese vacío y no escribir nada, o atravesar el vacío y simplemente escribir, como lo estoy haciendo en este momento, hasta que el vacío empiece a convertirse en algo.
Pero ojalá esa fuera la única avalancha que me habita en este momento, porque sería una avalancha relativamente fácil de atravesar.
Hay tantas otras, y ese es el motivo por el que sentí la necesidad de escribir un tercer Fragmento de tiempo tan pronto.
Hace unos días, en respuesta al segundo Fragmento, una Escritora muy linda que sé que va a leer esto me respondió de vuelta que últimamente había estado viviendo un infierno mental.
Yo le respondí que yo también.
Y aquí pienso que tal vez –y este tal vez sobra– en mentes como las nuestras, tantas opciones, pueden sentirse como un infierno. Porque tantas opciones, como con los temas de escritura, terminan convirtiéndose en ninguna –en blanco–, si permitimos que las tantas nos abrumen.
O el caso –como también es el mío, coexisten– puede ser que la mente no encuentra ninguna opción, ninguna salida, ninguna forma de vida diferente, y terminamos en el mismo lugar: ninguno. O más bien: el mismo.
Un lugar que, cuando ese es el caso, es un lugar no muy rico de habitar. Por no decir horrible.
Lo sé porque ese es el lugar que frecuenta mi mente si no hago algo con ella, y gran parte del tiempo, me cuesta mucho hacer algo con ella.
Pero lo intento.
Hace poco leí algo que decía “date a ti mismo gracia, gracia, gracia”. Me pareció tan hermosa esa palabra, y ese concepto.
Y escribiendo esto volvió a mi mente: date a ti misma gracia. Pero la verdad, no tenía muy claro su significado, así que entré a buscar definiciones, y aquí les comparto algunas:
Gracia
Asistencia divina que no requiere méritos
Un favor especial
Un acto de benevolencia, amabilidad, afecto, perdón, piedad, clemencia, compasión
Interrumpir un castigo
Embellecer algo
Leer estas definiciones me sacudió el mundo, y ha convertido esa palabra, oficialmente, en una de mis favoritas.
Date a ti mismo gracia.
Recuerda que estás siendo guiada, apoyada y sostenida por el mero hecho de existir, sin tener que hacer nada para merecerlo.
Trátate menos duro.
Sé benevolente contigo, sé amable contigo, entrégate el afecto que le darías a alguien a quien amas, perdónate y suelta el lastre de la culpa, o del control, o de tener que tener tu vida resuelta.
Trátate con compasión.
Resérvale los castigos a la época de la inquisición.
Embellece este segundo, este espacio, esta vida que hoy vives.
QUE ES HOY. SOLO HOY. EN ESTE INSTANTE.
(Sé que es más fácil decirlo que aplicarlo, pero necesitamos decirlo, o leerlo, o escribirlo, y repetírnoslo mucho, para recordarlo, y tratar).
¿Qué me ha funcionado a mí durante estos días?
Recordar cosas como estas.
Escribir. MUCHO.
Y acá entra un dilema, que les compartiré en Escribir para sanar o en La vida que escribimos (mi nuevo curso), pero por ahora puedo decirles: desde el doce de enero he escrito TODOS los días sobre lo mismo.
Me ha revolcado mucho, sentarme a mirar lo que siento mientras lo escribo, sí.
Pero siento, que de no haber escrito tanto, seguiría dando vueltas en mi cabeza.
Así que por lo menos doy vueltas, pero en el papel (donde más fácilmente pueden transformarse en un camino que no sea circular).
Y buscar ayuda.
Hablar.
No quedarte con las vueltas tú solita/o.
Así que.
Recuerda lo importante.
Date a ti mismo gracia.
Escribe.
Busca ayuda.
Para apoyarte con todas las anteriores, mis talleres (y mis Escritoras saben lo que me cuesta reconocer y hacer público el valor de lo que hago 😅 pero aquí estoy, haciendo el trabajo conmigo).
En mis talleres y cursos recordamos lo importante, nos vamos entrenando en darnos gracia, escribimos, mucho, y encontramos esa ayuda que podemos estar buscando –o que no hemos empezado a buscar–.
Los cupos ya estaban agotados para Escribir para sanar, pero como nos demoraremos en volver con nuevos grupos, decidí abrir dos cupos más. Empezamos el 1 de febrero ❣️
Y, oficialmente están abiertas las puertas para La vida que escribimos, un curso de seis semanas de escritura terapéutica y expresiva 🌞
Si no has sido parte de ninguno, ¿cuál escoger?
Buena noticia: ¡CUALQUIERA!
Con el que resuenes más, con el que se ajuste más a tu horario, y si tienes dudas, escríbeme por Instagram o responde a este correo.
Y si ya eres Escritora/Escritor para sanar, te espero en La vida que escribimos ❣️
Que sigamos navegando esta vida con todo lo que trae, y con mucha gracia,