¿Cuál vida eliges? 🌻
¿Saben cuando uno piensa cosas taaaan lógicas, pero que de repente cobran todo el sentido, se anclan en el cuerpo, llegan como una verdad, como una descarga, como un mensaje que no habíamos logrado decodificar y que ahora se impregna en cada célula?
Así se sintió un pedacito de información (o de integración) que se ancló hoy en mi cuerpo mientras escribía mis páginas matutinas.
En realidad, creo que la descarga llegó ayer como un pensamiento, y hoy me levanté a escribirlo.
Y lo que pensé fue lo siguiente, y lo transcribo directamente de mi libreta:
Acabé de decidir algo, o llegó un download [una descarga].
Si esto es lo que hay, si el sueño permanente es lo que hay, ¿cómo voy a vivir mi vida con este sueño?
No va a cambiar en un instante. No va a cambiar en pocos días. Entonces si este es el estado de energía que tengo, ¿cómo voy a decidir vivir mi vida con este estado?
Puedo quejarme permanentemente por estar cansada, cansada de estar cansada, o puedo asumirlo, aceptarlo, y vivir mi mejor vida en medio del sueño.
Es que estaba en modo mártir “vivo cansada, vivo cansada”, sufriendo por estar cansada, pero no lo he asumido y aceptado para poder vivir mi mejor vida.
Sí. Vivo con sueño y cansada. ¿Entonces? Ya empecé a encargarme de mi alimentación. Paso 1. Voy a garantizar mis ocho horas mínimas de sueño. Paso 2. Voy a dejar de snoozear [posponer la alarma]. Paso 3. Y voy a dejar de quejarme. Paso 4.
Voy a tener sueño con o sin hacer ejercicio, así que decido hacer ejercicio.
Voy a tener sueño sea la hora que sea en que me despierte, así que decido levantarme temprano.
We are getting through this, and one day it will no longer be here.
[Estamos atravesando esto, y un día ya no estará aquí].
Aquí dejo de compartirles mi libreta. Y les escribo ya desde este lugar de responsabilidad sobre mi propia vida.
–E importante: las acciones concretas que comparto arriba, son acciones concretas ajustadas a MI particularidad, no es una regla general que esté siguiendo (recuerden que no hay reglas) y sé que se ajustan a mi particularidad porque me conozco.
Lo que sí es importante y generalizado, es recordar que las intenciones cobran vida cuando las trasladamos a la acción y que la queja es absolutamente contraproducente–.
Vivir peleando es muy difícil.
Muy maluco.
Muy extenuante.
Sé que muchas veces no somos conscientes de que estamos peleando. Pero en el momento en que lo somos, es cuando podemos elegir hacer algo diferente.
Hoy yo elijo hacer algo diferente.
Porque yo puedo vivir dos vidas muy distintas, con el mismo estado de energía. Y por eso elijo vivir mi mejor vida, en medio de la situación que hoy vivo.
Y confío, también, con cada célula de mi cuerpo, en que estoy sanando (pensando en esas afirmaciones que nos apoyan en medio de momentos difíciles, en junio llega Metamorfosis: programa mágico para transformar, amar y expresar lo que nos habita. Por ahora solo puedo compartirles el nombre –del cual sentí el llamado a revelar hoy– pero la magia está garantizada).
Confío en que estoy sanando, porque si no confío ¿para qué hacer todo lo que hago?
Y volviendo a las afirmaciones, les comparto el pedacito final de mi afirmación para la salud:
De mi vida me encargo yo.
Los resultados se los entrego al cielo.
Y me abro a recibir toda la asistencia divina que mis guías y maestros tienen para entregarme.
Esos resultados que le entrego al cielo, es la confianza puesta en palabras para mí. Esas son las palabras que mi cuerpo registra como:
Yo confío en algo más grande, aunque no lo pueda ver.
Y camino hacia eso que existe, aun sin verlo.
Así que:
En este momento, hay dos vidas que puedes vivir, con la misma vida que ya vives.
¿Cuál vida eliges?