Just do it 💥
Ayer, en menos de cinco minutos, decidí que quería volver con los reels en Instagram.
Y lo hice, así de sencillo.
Y ya van dos.
¿Saben cuánto me habría demorado en tomar esta decisión hace un par de años?
MUCHO.
Más bien: en ejecutar* esa decisión.
Porque mi mente es muy buena para tomar decisiones, pero me ha costado la parte de ejecutarlas.
¿Y saben cuál es uno de los factores secretos no tan secretos para llegar a este lugar de ejecutar, de darle vida a lo que sea que esté en mi corazón?
Soltar el perfeccionismo.
Créanme que si yo buscara crear algo perfecto, no llevaría ni medio reel.
¿Y saben cuál es un gran componente de la magia?
Que si como parte de nuestro aprendizaje se encuentra, por ejemplo, el soltar el perfeccionismo, la vida nos va a premiar cada que lo hagamos.
Ayer publiqué ese reel, hecho en menos de 20 minutos, y boom. Cuánta acogida.
Por un lado, me sorprendió.
Fue como: quéeee.
Pero por otro, no me sorprende tanto.
Porque la vida nos premia cada que actuamos en coherencia con nuestro aprendizaje.
Cada que soltamos las expectativas.
Cada que seguimos caminando con independencia del resultado.
Así de sencillo.
La vida responde frente a cada decisión valiente, diferente, nuestra, que actúa en coherencia con lo que estamos aprendiendo.
Incluso, puede que como parte de nuestro aprendizaje esté abrazar la incoherencia:
No, no tengo que mostrarme de tal y tal forma en pro de la coherencia.
No, no todas mis acciones tienen que verse de tal o tal forma en pro de la coherencia.
No, no soy menos auténtica si de repente esto que digo o pienso o hago se sale de lo que suelo decir, hacer, decir.
Porque la coherencia es lo que nosotras hagamos de ella.
La coherencia se aloja adentro.
La coherencia es aquello que nos permite decir: esto está alineado con lo que siento, con lo que resuena dentro de mí, aunque se vea afuera como algo completamente incoherente.
(En un proceso de autoconocimiento y de claiming back our lives –reclamar nuestras vidas– el afuera no nos importa mucho).
Y todo lo que diga “coherencia” desde afuera, muy probablemente podemos reemplazarlo por “deber ser”.
Y ya sabemos que ningún deber ser nos habla de amor.
Así qué.
Que encontremos lo que se siente coherente (adentro)
aunque todo en nuestra mente grite: incoherente.
Que grite, porque ese es nuestro ego, gritando.
Y los gritos de nuestro ego son una muy buena señal,
de que vamos por el camino que es.
Que encontremos el fuego que quema
que nos permite quemar todo lo que ya sabemos
que no nos hace bien.
Y que recordemos que no vamos a quemarlo todo,
no ya.
Porque la vida se compone de una serie de pasos,
de chispa sobre chispa,
de construcción sobre deconstrucción
y de más construcción sobre más deconstrucción
y así hasta que acabemos.
Y que recordemos que no siempre quemamos para destruir
o deconstruir.
Muchas veces quemamos
para iluminar.
Para iluminar aquellos rincones que pueden ser limpiados.
Para iluminar aquellos amuletos ocultos que son nuestros y habíamos olvidado.
Para iluminar todo lo que tiene el potencial de brillar.
Porque ya existe,
y podemos simplemente,
recordarlo.
Porque los amuletos
son nuestros
y podemos simplemente,
usarlos.
Y para recordarlo (todo lo que puede brillar)
Y para usarlos (nuestros amuletos)
la mejor forma,
(tras conocernos)
es empezar a actuar.
Soltar la perfección.
Soltar las expectativas.
Soltar el resultado.
Reclamar nuestra coherencia (adentro).
Just do it.
¿Recuperamos nuestros amuletos?
PD. Metamorfosis ❤️🔥 un programa para recuperar nuestros amuletos.
Nos vemos el 22/06/22 🧚🏼