Mañana cumplo 28 años.
Mañana según mi Luisa de 16 años,
ya debería estar independizada,
casada,
pensando en los hijos que vendrían en dos años,
con una vida resuelta
con un trabajo de oficina,
un salario fijo,
y todo en orden.
Hoy, todo está en orden.
Pero no estoy independizada
no estoy casada
no pienso en los hijos que no sé si vengan
no tengo mi vida resuelta (¿existe tal cosa?)
y no tengo un trabajo de oficina,
ni un salario fijo.
Tengo algo mucho mejor que eso.
Tengo lo que siempre he querido.
Tengo lo que pensé que era imposible.
Tengo lo que pensé que nunca haría parte de mi vida:
Tranquilidad.
Felicidad.
Confianza en la vida que viene,
aunque no sepa qué vida sea esa.
Y ese es el regalo:
Tener esta confianza,
que me habla de amor
de certezas
de potencialidades
aunque no sepa qué es lo que viene.
Y el regalo mayor es,
que esta confianza,
esta tranquilidad,
esta felicidad,
han sido construidas.
No nací así.
Nunca fui una persona feliz.
Nunca fui una persona positiva.
Nunca supe cómo disfrutar.
Nunca supe lo que era tener una respiración tranquila.
Nunca supe vivir por fuera de mi mente.
Hoy ya lo sé.
Lo he aprendido,
y lo sigo aprendiendo.
He ido descubriendo la forma de volver a todo eso que me habita,
y permitirle vivir.
Permitirme, vivir.
No significa,
que la respiración no se agite a veces.
No significa,
que no se me olvide disfrutar,
a veces.
No significa,
que la tranquilidad nunca se vaya.
Significa,
Que ya sé cómo permitirle volver.
Que ya sé cómo recordar lo que se me ha olvidado.
Que ya sé cómo navegar las olas.
Porque para eso son las olas: para navegarlas.
Y para eso estamos aquí: para volver,
cada que nos vayamos.
Y para recordar que irnos,
es aquello que nos permite volver.
Así que mañana cumplo 28 años.
Y tengo todo lo que soñé,
que pensé que nunca podría ser mío:
Tranquilidad.
Felicidad.
Confianza en la vida que viene,
aunque no sepa qué vida sea esa.
Y por eso es que puedo decirles,
que todo esto (y más)
también está disponible para ustedes.
Porque si yo pude
todas podemos.
Porque vivir conmigo,
fue muy difícil.
Y gracias a esa dificultad,
es que hoy sé
que es posible salir de ella.
No huyendo,
pero atravesándola.
Porque somos alquimistas, remember?
Somos quienes transforman el dolor en arte.
Somos quienes transforman la incertidumbre en potencialidades.
Somos quienes toman cajitas de oscuridad,
y saben,
que allí,
también hay un regalo (Mary Oliver).
Y somos,
en últimas,
quienes transforman el miedo en valentía.
Ese es nuestro superpoder, remember?
Solo que a algunas,
todavía les falta descubrirlo.
Y yo estoy aquí para acompañarlas a hacerlo,
porque ya lo he hecho conmigo.
Y ya me he encontrado,
con todo lo que se encuentra del otro lado.
And it's pretty goddamn amazing.
Y es increíble.
Así que,
¿Recordamos que es posible?
¿Usamos nuestro superpoder?
¿Atravesamos lo difícil, para llegar al otro lado?
PD. Para toda la magia, Metamorfosis.
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