Viajar lejos, con nuestra humanidad 👣
Ayer les escribía en una historia en insta que ojalá tomáramos más fotos, porque subiéndoles esa historia quería compartirles una foto del primer día de clases con mis mentoras en autoconocimiento (@turumban), hace ya muchos años.
Pero no existe la foto, porque no la tomé, porque solo sabemos que algo va a cambiar nuestras vidas, después, cuando la ha cambiado.
Pero sí existe el recuerdo.
Puedo verme.
Mona (rubia, teñida, casi blanco), peli larga, un pelo muy liso, casi chuzudo, un pelo muy en orden, quietecito.
Seguro estaba de camiseta negra tipo esqueleto (tirantes gruesos, hombros descubiertos), con leggings.
Lo sé porque siempre me vestía igual.
Camisetas con hombros descubiertos, negras, o grises, o blancas, nunca colores.
Leggings, siempre negros, nunca blue jeans.
Seguro estaba usando maquillaje, porque usaba polvo o base en toda mi cara para cubrir las imperfecciones en mi piel.
Puedo verme.
Incómoda en un salón con gente a la que no conocía.
Y puedo verme, también:
Extasiada.
Extasiada por la información que estaba recibiendo.
Me acuerdo de que en ese entonces estaba leyendo el libro Cuando todo se derrumba, de la monja budista Pema Chodron.
En ese entonces ya llevaba un tiempo aprendiendo sobre las filosofías de Oriente, sobre la forma de ver la vida para la que el otro lado del mundo es natural, y para mí, hasta hacía muy poco, inexistente.
Me acuerdo pensando: es lo mismo, todos hablan de lo mismo, pero ahora, estas mujeres (mis mentoras) lo están aterrizando a nuestra humanidad, con ejemplos reales de sus vidas (en los que me veo) y me hablan con un lenguaje que es el mío.
El lenguaje del autoconocimiento en la cotidianidad: cotidianidad consciente, como le llaman ellas.
Me acuerdo pensando: dónde han estado estas mujeres toda mi vida.
Me acuerdo pensando: dónde ha estado esta información toda mi vida.
Y me acuerdo de que tiempo después, tras varios años caminando juntas, escribí en alguna de mis libretas algo como lo siguiente:
Esta información me cambió la vida porque fue la primera vez en mi vida, en que alguien me dijo que no había nada mal conmigo, que no tenía que ser una superhumana para vivir una vida diferente, que dentro de mi vida había espacio para mi toda humanidad, para mis miedos, para todo lo que me habitaba.
Que mi forma de ser no era defectuosa, que lo que me habitaba no era un problema, algo a eliminar, sino por el contrario, algo a abrazar, a ver, a reconocer, para, si sentía que no me apoyaba, poder transformarlo.
Esta información me cambió la vida porque es información dirigida a seres humanos, no a seres utópicos.
Y yo siempre me había encontrado con discursos que no tenían nada de sentido para mi humanidad, para mi mente, para mis miedos:
“Piensa positivo”
Y cómo hijueputas hago eso????
Mis mentoras nunca me dijeron: piensa positivo.
Por el contrario, me enseñaron qué es lo que me llevaba a pensar de la forma en que pensaba, me enseñaron cómo funcionaba mi mente y la forma en que estaba compuesta mi personalidad, así como su origen.
(Descubrimiento que me correspondió a mí realizar, con su guía, pues una mentora no nos entrega las respuestas, nos acompaña a descubrirlas).
Y al descubrir todo lo anterior, pude empezar a elegir de forma diferente.
Pude empezar a construir una vida que fuera propia, a caminar un camino que mi ego (miedo) no quería recorrer, pero que algo dentro de mí, sabía que era el mío.
Y hoy entiendo por qué.
Y hoy ya sé, que lo es, y por qué era importante recorrerlo.
Spoiler alert: para ser verdaderamente libre. para ser verdaderamente feliz. para darme cuenta de lo que estaba hecha, para construir aquello de lo que estoy hecha. para volver a ser, quien ya soy.
Para volver a usar colores, porque mi alma es colorida, brillante, mágica, llena de fantasía, de mundos que no existen pero que pueden existir, de bosques de hadas, de caballos con alas, de verde, y de azul, y de toronja rosada.
Y en últimas, para llamarme una catalizadora hacia la valentía, y a acompañar a otras personas a reconectarse con la suya propia.
Todo esto, gracias al autoconocimiento.
Yo no sería una persona valiente, si no fuera por el autoconocimiento
Yo no estaría construyendo la vida de mis sueños, si no fuera por el autoconocimiento.
Yo no tendría una relación distinta con mi mente, con mi cuerpo, con mi autovaloración, con mis hábitos, con mi salud (y no como ustedes lo creen), si no fuera por el autoconocimiento.
Yo no tendría libertad, si no fuera por el autoconocimiento.
Y mi deseo para todas nosotras (hombres incluidos) es que construyamos vidas que sean nuestras, libres y elegidas.
Con mucha emoción (de esa emoción profunda que se siente en el corazón, que no salta pero que abraza, que estremece) las invito a abrirle las puertas a esa vida, a través de nuestra MasterClass: Autoconocimiento 101 ✨👣
En ella les enseñaré lo que ha revolucionado mi existencia, alrededor del autoconocimiento.
Con toda mi profundidad humana, sencilla, real, vulnerable.
Para que esta información, sea esa puerta que nos lleva lejos, a lo inimaginable, a nuestros “contra todo pronóstico”.
Empezamos el lunes 31 de octubre ❤️🔥
¿Viajamos lejos?