¿Dónde queda el paraíso y cómo encontrarlo? 🌸
Aquí al ladito mío en el cafecito al que vengo a trabar, justo antes de sentarme a escribir este Fragmento, alguien le preguntó a alguien más:
¿Cómo te sientes por estar un año más vieja?
R: Y ella respondió: joven.
(Aunque creo que fue mi mente poniendo esas palabras en su boca, pero eso fue lo que entendí).
Esa es la frecuencia de la abundancia.
¿Cómo te sientes con tanto tiempo libre?
R: libre y abundante en tiempo.
¿Cómo te sientes con tanto trabajo?
R: activa y abundante en recursos.
¿Cómo te sientes soltera?
R: feliz, amando mi libertad y mi tiempo conmigo, sabiendo que lo único que falta, es que nos encontremos.
¿Cómo te sientes en pareja?
R: feliz, construyendo un camino en compañía, desde la libertad y el tiempo que decidimos (y decidamos) compartir.
¿Dónde queda el paraíso?
R: dónde uno quiera encontrarlo.
Todas estas respuestas son respuestas calibradas a la frecuencia de la abundancia.
Y todas estas son las respuestas que nos permiten encontrar el paraíso donde sea que estemos, donde sea que queramos.
Con mucho tiempo libre y sin tanto trabajo.
Con mucho trabajo y sin tanto tiempo libre.
En soltería.
En pareja.
En cualquier lugar, aquí o allá.
Contigo o sin ti (trabajo, personas, recursos, lugares).
Y lo que ocurre es que no son siempre las respuestas con las que solemos encontrarnos (adentro, o afuera).
Porque no tenemos entrenamiento en vivirnos la vida desde la frecuencia de la abundancia.
Con independencia de lo positivas que hayan sido/sean nuestras familias o nosotras (que muchas veces es un mecanismo del mismo ego para evitar sentir), con independencia del discurso de la gratitud que hoy escuchamos tanto, no tenemos entrenamiento en calibración a la frecuencia de la abundancia.
Así de sencillo.
Los recursos, la pareja, el éxito, la tranquilidad, la felicidad, el tiempo, los buscamos desde un lugar de escasez.
Y cuando los obtenemos, nos los vivimos desde un lugar de escasez:
“sigue faltando, ya no tengo tanto de esto otro, no es suficiente, no se ve de esta forma como debería verse…”.
Y por eso es que casi nunca nada es suficiente, por eso es que siempre algo falta, por eso es que seguimos viviendo desde la comparación, desde el afán, desde la mirada hacia afuera (inconscientemente muchas veces).
Pero, ese es el gran regalo de este planeta llamado tierra:
Que nos permite aprender a vivir lo que ya vivimos, de forma diferente.
Este planeta llamado tierra no nos pide cambiar una vida por otra (aunque nos permite hacerlo).
Este planeta llamado tierra nos pide vivir lo que ya vivimos, de una forma más libre, más nuestra.
Aunque en realidad, no nos lo pide, nos lo permite (porque ella nos deja hacer lo que queramos) y celebra cuando lo hacemos.
El cielo arma una fiesta cada que un ser humano frena en medio de su camino y dice:
De pronto hay otra forma.
Y empieza a buscarla.
Lo mágico es que hay personas que ya han frenado en medio de su camino, que ya han sentido que debe haber otra forma, que han empezado a buscarla, y que la han encontrado.
Yo soy una de ellas.
Y lo que he encontrado es: el mundo de la energía femenina (feminine energetics), y cómo hacerla parte de nuestras vidas, para calibrarnos a la frecuencia de la abundancia.
Todo esto es lo que les voy a enseñar en mi nuevo programa: Abundance Magic 🌸✨🦄 (Empezamos este lunes!)
¿Aprendemos a vivir distinto y a calibrarnos a la frecuencia de la abundancia?
PD. Tenemos una nueva Masterclass: Abundance CODES (este sábado) 😍🌸✨🦄
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Nos vemos del otro lado de cualquiera de las puertas que sientas en tu cuerpo que es para ti ❤️🔥