Caballos y sueños
y sobre nuestra infancia que sigue viva, y que podemos revivir, y sobre abundancia, y lo que viene.
Ayer en mi instagram les contaba que yo era una niña muy temeraria (y TAN miedosa al mismo tiempo).
Si me detengo aquí a contemplar dónde se salía mi aspecto temerario, y dónde mi aspecto miedoso, a grandes rasgos puedo notar que la parte temeraria tenía que ver con aventuras, con lo salido de la norma, con la rebeldía, en ambientes en los que me sentía segura (mi familia) y que la parte miedosa siempre involucraba a otra gente; o a personas desconocidas, o a grupos grandes, o a interacciones en público. Básicamente se manifestaba allí donde entraban en juego las relaciones humanas.
*
Miedo.
A alzar la mano en el salón
A equivocarme respondiendo algo
A saludar a gente conocida (amigos en algún centro comercial), y a gente desconocida (amigos de mis papás)
A que el conductor del bus me hablara
A caminar por los corredores del colegio en presencia de los grandes
A no saber qué responder por messenger
A que alguna amiga me llamara por teléfono
A las reuniones sociales
*
Ausencia de miedo.
Tratar de fumarme cigarrillos escondida en el garaje detrás del carro de mis papás a los 10 años
Con mis primas;
Vamos a hacer travesuras donde los vecinos
Metámonos a esa casa vacía por la ventana
Después caminemos por el techo
Vamos a tirarnos sin ropa a la piscina del tío por la noche
Galopemos lo más rápido posible dándole la vuelta a ese árbol
*
Pensando en ese último aspecto temerario de mi niña, ayer en mi instagram también les compartía que los caballos han existido en mi vida desde que era una niña (o bueno, estuvieron muy presentes cuando era una niña, hoy lo están de forma distinta –en mi corazón–), y sobre un caballo, no había nadie más temeraria y libre que yo (hasta que se me desbocó el primero –un caballo que no era mío– y pude haber terminado muy gravemente herida, ahí entró el miedo).
Mi mamá me decía “Mi Amazona”, porque galopaba en mi caballo (llamado Tempestad, aunque fuera un macho, mi amor siempre por los nombres de cielo furioso) a lo que daba, tan rápido, tanto, y era como si hubiera nacido aprendida, tan chiquitica, andando tan rápido, con una postura sobre la silla perfecta, regia, siendo una con mi caballo, en medio del movimiento igual de furioso que ese nombre, en medio de cada subida y cada bajada, en una sintonía armónica perfecta.
Y este recuerdo me condujo a dos conexiones:
A los caballos que existen hoy, en mi corazón:
Porque los caballos hoy, como adulta, representan para mí la abundancia, la magia, las potencialidades, lo increíble y gigante y poderoso que está viniendo a nuestro encuentro.
¿Por qué?
Porque hay una canción muy amada, la canción de mi programa Abundance Magic (que les compartí por primera vez a mis mujeres de mi Mastermind, el año pasado), que dice:
Los días de perros se acabaron.
Puedes oír a los caballos?
Porque ya están viniendo.
Y cuando la escuché, ese fue el significado que llegó a mi mente: los días de perros (escasez y viejo paradigma) se acabaron, están llegando los caballos (abundancia y nuevo paradigma).
Para el nuevo paradigma, nos vemos en CATALYST, este miércoles.
Y en el siguiente episodio de Lo que nos habita podcast, en la última parte, me sumerjo en detalle en lo que será CATALYST y abordo miedos que pueden estar frenándote a la hora de unirte.
En el episodio hablo también de emprendimiento desde el nuevo paradigma partiendo por la historia de la “viralización” de uno de mis reels. Quedó muy increíble, con independencia de que quieras unirte a Catalyst o no.
Los sueños que existen para mí hoy, alrededor de los caballos.
Y empiezo con el siguiente contexto:
Aunque exista ese amor profundo hacia ellos, viniendo de mi niña, a mí no me gusta montar a caballo (Luisa con sus paradojas jejeje). No me gustan las cabalgatas (salir con un grupo de amigos a tomar trago y oír música sobre los mismos). No me gusta darle vuelta a una finca montando a caballo. No me interesa la equitación, ni los saltos, ni las competencias. A mí lo que me interesa, es la libertad, y el corazón.
Así que para cerrar ese Fragmento, les comparto este poema que escribí ayer, al respecto.
Antes decía que no tenía muchos sueños lo que pasaba es que se me había olvidado que era mi derecho divino soñar. Sueño con tener una casita de madera en el bosque y que desde mi cama pueda ver el amanecer. Y digo casita porque no me interesa que sea grande con que tenga mis colores y mis miles de detalles y mi arte fantástico y mi perra y mi gata y mis latidos estará bien. Sueño con caballos no de esos que son sinónimo de rumba ni de equitación ni de recorridos lentos dándole vuelta a alguna finca. Yo sueño con caballos que le recuerden a mi cuerpo que estamos muy vivas que me permitan sentir el viento en mi piel como lo sentía cuando era una niña galopando rodeando árboles gigantes inmensos centenarios a lo que daba y sabiéndonos reinas del mundo amazonas imparables no pudiendo ir más rápido porque no era posible. Acompasados mi corazón y el galopar de mi yegua –en el futuro, será una ella– –en este entonces, era un él: Tempestad– tun tun tun tun tun. Acompasadas en lo que viene sabiéndonos compañeras de viaje ella me lleva lejos y rápido y yo me dedico a amarla. Sueño con viajes lentos y largos y muy míos sin ningún itinerario. Sueño con un cuerpo habitado en cada fibra en cada hueso en cada célula. Sueño con que mis decisiones siempre sean desde: ¿hay aquí latidos para mí? y no desde: ¿tengo con qué pagarlo? Sueño con la libertad para elegir y con la certeza de que lo hice.
*
Así que.
Para muchos caballos, te espero en lo que viene.
Para empezar, o para seguir, y sin duda para sumergirnos: CATALYST (empezamos este miércoles 10 de mayo), que incluye Somos Ella (en curso en este momento, mañana tercera sesión en vivo), Travesía (en junio), y lo que venga (inmenso).
A por ella.
Nos vemos del mismo lado.
Qué sincronico que aqui pongas esa cancion porque justo este fin de semana que fui a cine a ver guardianes de la galaxia la ultima escena termina con esta cancion (que por cierto tiene un poder inmenso para elevar la energia) y apenas eschuche "Can you hear the horses? Cause here they come" lo primero que me vino a la mente fuiste tu