El arte de demorarnos
Sobre darle un chance a la lentitud
Sobre lo que les compartí en nuestro chat de los Fragmentos de tiempo (puedes leerlo aquí), sobre mi decisión de escribir un Fragmento de tiempo distinto, más lento, y sobre lo que alcancé a escribir sobre la lentitud:
…Y hablando de lentitud, pues que este Fragmento sea una Oda a la misma, una reclamación de su espacio, un desgajo de sus partes, un recuento de las razones, por las que es importante.
A mí no me gusta la lentitud, y es por ese mismo motivo por el que estoy escribiendo este Fragmento distinto [cuando creía que este iba a ser el tema del Fragmento distinto].
Me desespera la gente lenta, los procesos lentos, la demora, para lo que sea (aquí otra similitud con @sarimillo, que lo expresa en una de sus columnas).
Tal vez por eso tengo un hermano que es el ser más lento del planeta (mi mamá le dice oso perezoso jeje se podrán imaginar la magnitud). Y el “por eso”, es porque me enseña, me reta, me confronta.
Mis procesos creativos, como lo mencioné en nuestro chat, son inmediatos. Y aunque mi primera tendencia sea escribir que no era así en el pasado, si miro atrás, en realidad siempre ha sido así. Porque es distinto el proceso creativo, que la decisión de compartir ese proceso creativo con el mundo (esta es la parte donde me demoraba, frenada por el miedo).
Pensando en la parte de mis procesos creativos, diseñé Escribir para sanar, por ejemplo, mi primer espacio online (un curso de un mes, en ese entonces con 30 ejercicios aprox de escritura entre sesiones, MÁS los ejercicios de las sesiones, que serían otros 12 -14) en dos días.
Cualquier curso que yo quiera crear, y haya creado, pensando en su contenido, en ideas, en lo que quiero compartir, lo creo en dos horas (eso duran mis sesiones creativas).
Cualquier Fragmento que quiera escribir, lo escribo y envío –hoy– en menos de 40 minutos. Al principio también me tomaba dos horas.
Cualquier poema, por lo general, en 8 minutos más o menos.
Los episodios del podcast: me siento, y entre una y dos horas el episodio ya está grabado y publicado (porque, y aquí algo que no tenemos interés en cambiar: no tenemos ni tiempo ni energía para el perfeccionismo, y este ha sido todo un entrenamiento, y una fuente inmensa de creación y libertad).
Y gran parte de lo anterior, ha sido fruto de entrenarme en manejar mi tiempo (otro gran entrenamiento, que no tengo en interés en cambiar, que enseño en mi curso Cumplirnos).
Pero gran parte de lo anterior, también, es fruto de lo que me habita, de las características de mi personalidad y de la forma en que funciona mi mente: rápida, ágil, muy #gemini.
Tal vez mi único proceso creativo lento (hasta ahora), fue darle la vida a la primera edición de Lo que queda después del sol.
Y aunque empecé diciendo que este Fragmento sería distinto [cuando creía que este sería el distinto], que íbamos a darle un chance a la gestación, a la cocinada lenta, ya quiero terminar de escribirlo, y quiero publicarlo hoy [y como este no terminó siendo el Fragmento distinto, lo van a recibir hoy mismo, en el momento en que termine de escribirlo].
No porque no quiera escribir, pero porque quiero tener la obra culminada. Porque la verdad es, que no me gustan las cocinadas lentas. Pero precisamente, por eso es que viene el Fragmento distinto, cuando venga: para entrenarme, en el arte de demorarme (fuckkkkk).
Qué quiero resaltar aquí, para mí, y para ustedes
Que aunque sean como yo, por ejemplo, y sean rápidas a la hora de crear (o aunque no lo sean): los procesos requieren tiempo.
Y cuando hablo de procesos, quiero decir: la vida.
La vida, requiere tiempo.
La transformación, requiere tiempo.
El cambio, requiere tiempo.
La desestructuración, para crear algo nuevo, algo distinto, algo más libre, más nuestro, más elegido, requiere tiempo.
Que las heridas sanen, requiere tiempo.
Que nuestro cuerpo vuelva a su homeostasis, a su estado de equilibrio, requiere tiempo.
Que nos encuentre lo que estamos buscando de vuelta, requiere tiempo.
Y si –casi– todo, requiere tiempo, y si no vamos para ninguna parte –es decir, aquí estamos, viviendo, mientras estemos aquí–,
¿cuál es el afán?
*
Mensaje sobre el Fragmento de tiempo distinto, aquí.
Spoiler:
Y, de nuevo.
Gracias por leerme, por celebrar conmigo, y por keep up con mi rapidez.
Las quiero, con una inmensidad de latidos.