Muchas personas tienen miedo de empezar algo por miedo a no ser capaces de comprometerse, por dejarlo a mitad de camino, por miedo a no terminar, por miedo a que no salga como esperaban.
Y adivinen qué.
Ese miedo (si permitimos que lidere) vuelve cierta la profecía negativa autocumplida: me da miedo incumplirme, no lograrlo, fracasar, que no salga bien, no terminar, que el sueño no se cumpla, así que de entrada manifiesto aquello que me asusta/duele, mediante una acción “protectora”, para que no duela tanto: para no demostrarme que no pude (sería muy doloroso), de entrada no empiezo, no lo hago, que es otra forma de demostrarnos que no pudimos, pero más manejable para el ego (precisamente lo que él quiere: que permanezcamos igual, sin cambio, sin pasos hacia adelante, hacia algo distinto, más nuestro, más elegido, menos suyo).
El concepto de la profecía negativa autocumplida puede percibirse como un poquito trabalenguas, pero creo que me entienden.
Volviendo al comienzo, hablando específicamente de la habilidad para cumplirnos, de comprometernos con lo importante para nosotras: el miedo a no cumplirnos, impedirá que nos entrenemos en hacerlo.
Porque, otra vez: el compromiso no se desarrolla antes de empezar, el compromiso se desarrolla empezando, y por eso es que EMPEZAMOS, abriéndole espacio al miedo a no comprometernos, a no cumplirnos.
Porque adivinen qué.
Muy probablemente no nos vamos a cumplir, por lo menos al comienzo. Y así está bien. Es lo esperado. Hace parte del proceso. De la curva de aprendizaje.
Solo que el ego es muy cabrón, y nos da mucho látigo al no cumplirnos (él, que precisamente no quiere que nos cumplamos).
YYY, es tan cabrón el ego, que, castigándonos por no cumplirnos, hace todo lo posible, para que no nos cumplamos.
Es decir: ejerce dosis exorbitantes de resistencia, y por eso es tan difícil cumplirnos, cuando no tenemos entrenamiento.
Pero precisamente ahí es que recordamos: que estamos en entrenamiento.
Así que empezamos por el lugar en el que nos encontramos, dando un paso tras otro, con mucha firmeza amorosa.
Firmeza: para elegir algo distinto, intencionalmente, todas las veces que haga falta (es decir, muchas).
Amorosa: para no darnos látigo, cuando no lo logramos, todas las veces que haga falta (es decir, muchas).
¿Pero por qué estoy hablando de cumplirnos y de entrenamientos en diciembre?
Porque, volviendo al Fragmento anterior: todo cierre es un inicio.
Diciembre es el cierre de año, y el comienzo del siguiente. En diciembre podemos plantar las semillas para lo que viene, para lo que inicia (parte de lo que hicimos en Escribir de regreso a casa).
Y en diciembre podemos elegir, simplemente, empezar.
Tal vez ya, o tal vez en enero (se vale esperar hasta enero), pero empezar.
Porque el compromiso no se desarrolla antes de empezar, el compromiso se desarrolla empezando.
Y aquí no me estoy refiriendo al compromiso solo para temas de trabajo, emprendimiento, negocio.
Aquí me estoy refiriendo a todo lo que sea un compromiso con lo que tiene latidos para nosotras, a todo lo que sea un cumplirnos REAL, por y para nosotras (porque muchas hemos sido expertas en cumplirle a otros, y no a nosotras).
Aquí me estoy refiriendo a todo lo que haga parte de nuestro camino del amor, que requiere compromiso con el camino (y con nosotras), y que sabemos que es el camino del amor precisamente porque nos cuesta.
Así que.
Proyectos creativos?
Alimentación que sea sinónimo de amor?
Prácticas con nuestros cuerpos?
Espacios para sentir?
Espacios para escribir?
Espacios para descansar?
Honrar nuestro tiempo y hacer lo que tenemos que hacer?
Dejar de posponer las tareas importantes que odiamos?
Compromiso con nuestra cuenta de Instagram?
Compromiso con nuestro Substack?
Lo que sea que sea importante para ti.
Empezar.
Y seguir.
Aunque en ese seguir, haya muchos irnos, y siempre, muchos volver.
Porque el compromiso no se desarrolla antes de empezar, el compromiso se desarrolla empezando.
*
En el último episodio ya disponible de Lo que nos habita podcast (y último de este año!): No. 87. Sobre el arte retador de empezar (y cómo sostener aquello que empezamos), me sumerjo en profundidad en el tema de este Fragmento, en el que abordo el tema de la profecía negativa autocumplida (rol del ego en la ecuación de empezar), y les entrego herramientas para sostener aquello que empezamos, para vivirnos el camino que comienza tras empezar, de forma diferente (más nuestra, libre y elegida).
Disponible en todas las plataformas aquí (y en esa misma página puedes escucharlo directamente).