A los 29 años supe que a una bandada de estorninos se le llama murmuraciones por el sonido que hacen al batir sus alas tantos juntos retumbando. Supe también que tras mucha ciencia aún no se ha descifrado por qué se mueven así por qué tanto tiempo por qué si no hay necesidad si el instinto no lo reclama. Supe que se ha concluido entonces que los estorninos murmuran bailan por el mero hecho de bailar por el goce de hacerlo por la alegría pura de movimiento Supe que su inteligencia es tal vez la artífice de la búsqueda de alegría de movimiento inútil de inversión de energía en algo que no sea sobrevivir. Que esa inteligencia les dice bailemos extingamos el aire ocupemos el espacio vacío robémonos las miradas los latidos los suspiros cansémonos de tanta dicha seamos lo imposible el milagro llevémoslos a cuestionarse ¿es eso, verdad? murmuremos con nuestro movimiento lo es.
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Este sábado grabé unos videos de mi café humeante con la luz de las 8 de la mañana. Tan hermoso. Tan imposible. Sentí tantos latidos viéndolo, que dije: esto va para un reel. Pero no solo uno de los tantos videos que grabé; todos. Los voy a incluir todos en el reel, aunque no quede tan aesthetic.
Lo iba a subir ese mismo sábado, sin palabras acompañándolo, pero no sentí el SÍ, por el contrario, sentí el NO, sentí un bajonazo que me llevó a no estar presente en insta como era el plan inicialmente. Así que lo dejé para el domingo.
Y el domingo, llegaron las palabras: “sobre el humo que baila”.
Así que empecé a escribir un poema siguiéndolas.
Y en un punto, el poema me llevó a pensar en las bandadas de pájaros, esas que hacen coreografías geométricas, también imposibles, en el aire. Entré a google para ver cómo se llamaban.
Y me encontré, con lo más poético que m he encontrado en mucho tiempo:
Las bandadas de estorninos, se llaman murmuraciones.
FUCK ME (de la belleza).
Estremecimiento en todo mi cuerpo.
Terminé de escribir el primer poema.
Entré a leer más sobre las murmuraciones.
Y tras leer, inundada por esa imposibilidad, empecé a escribir otro poema: el humo –el agua– también murmura, que acompañó al reel (#spokenwordpoetry).
Y hoy, como la poesía es inmensa, como esos latidos alcanzaban para tanto, llegué a escribir el –tercer– poema sobre las murmuraciones que les comparto arriba.
Tanta belleza.
Tantos imposibles.
Tantos milagros.
Tan ciertos.
Gracias.
Les dejo el artículo que leí (muy increíble), inspiración del poema de este Fragmento, aquí.
¡Qué hermoso lo de las murmuraciones!
Gracias por compartirlo :)
La poesía de estar presente ✨