Hay poemas que son para mí una casa. Este es uno de ellos.
No tienes que ser buena.
No tienes que atravesar el desierto
de rodillas, arrepintiéndote.
Solo tienes que dejar que ese suave animal
que es tu cuerpo ame lo que ama.
Cuéntame sobre tu desesperación y te contaré de la mía.
Mientras tanto, el mundo sigue.
Mientras tanto, el sol y las piedras cristalinas de la lluvia
avanzan por los paisajes,
por las praderas y los árboles profundos,
las montañas y los ríos.
Mientras tanto, los gansos salvajes,
que vuelan alto en el aire azul y puro,
están regresando a casa.
Seas quien seas, por muy sola que te sientas
el mundo se ofrece ante tu imaginación,
y te llama, como los gansos salvajes, entusiasmados,
anunciando una y otra vez
tu lugar
en la familia de las cosas.
Mary Oliver, Gansos Salvajes
*
No tienes que ser buena.
No tienes que atravesar el desierto, de rodillas, arrepintiéndote.
¿Cuáles son las formas en que tratas de ser buena?
¿Cuáles son las formas en que atraviesas el desierto de rodillas?
¿Cuáles son las formas en que te culpas, por qué te culpas, cómo te castigas?
¿De qué te arrepientes?
Y aquí la respuesta espero que sea: DE NO ENCARGARME DE VOLVER A MÍ.
No porque romantice el arrepentimiento (es más, idealmente debería haber catalización hacia algo distinto, sin este presente), pero porque no hay forma de crear algo distinto, si no nos cansamos de crear siempre lo mismo, de vivir siempre lo mismo, de estar siempre con lo que siempre ha estado, y para que así mañana, ese arrepentimiento (en caso de que esté), transformado en acción y en decisiones alineadas, desaparezca.
Para que en el tiempo que no existe todavía, ese arrepentimiento nunca vuelva, deje de existir, sea un recuerdo lejano, algo que existió que nos condujo a lo que no existía, porque nos hicimos cargo. Para eso. Para eso es que es importante que la respuesta a la pregunta ¿de qué te arrepientes? sea: DE NO ENCARGARME DE VOLVER A MÍ.
Porque cuando nos damos cuenta: hay algo que no está funcionando, y de ese algo que no funciona solo puedo encargarme yo, es cuando podemos tomarlo en nuestras manos, para que empiece a funcionar.
Porque, el mejor momento para plantar un árbol fue hace 10 años.
Y el segundo mejor momento, es hoy.
El segundo mejor momento (y el único posible), para darnos cuenta de que no tenemos que seguir siendo buenas, de que hay tanto que no es cierto que hemos llamado verdad, de que solo nosotras tenemos la llave de esa puerta, es hoy.
¿Cuál puerta, puerta hacia dónde?
Nuestra puerta, hacia la verdad, de verdad.
La verdad que es, la verdad no aprendida, no repetida, no replicada.
La verdad que encierra nuestros cuerpos, la verdad detrás del ego, la verdad detrás de lo esperado, la verdad que tiene el nombre de nuestras manos guiándonos de regreso a casa.
Hay un momento en que decidimos que no tenemos que ser buenas.
Hay un momento en que decidimos que no tenemos que atravesar el desierto de rodillas.
Hay un momento en que decidimos permitirle a ese suave animal que es nuestro cuerpo, amar lo que ama.
Hay un momento en que decidimos que el mundo se ofrece ante nuestra imaginación, es decir, que existe completo, ahí, redondo, grande, libre, para nosotras.
Hay un momento en que decidimos, que existe, ahí afuera (que en realidad, es aquí adentro) nuestro lugar en la familia de las cosas.
Y actuamos acordemente.
Y nos entrenamos, para llamarlo nuestro.
Así que.
Te espero en SOMOS ELLA, para llamar nuestro lugar en la familia de las cosas, nuestro.
Te espero en SOMOS ELLA, para permitirle a ese mundo completo, redondo, grande, libre, abrirse ante nosotras.
Te espero en SOMOS ELLA, para permitirle a ese suave animal que es nuestro cuerpo, amar lo que ama.
Te espero en SOMOS ELLA, para recordar y decidir, que no tenemos que atravesar el desierto de rodillas.
Te espero en SOMOS ELLA, para dejar de ser buenas.
Porque YA somos buenas personas, it’s power time.
Y porque ya somos la mujer que nos espera, solo tenemos que recordar cómo se ve esa mujer, cómo vive esa mujer, cómo piensa esa mujer, cómo actúa esa mujer, y empezar a actuar acordemente.
Decidiéndolo, y entrenándonos.
Así que, nos vemos del mismo lado, para decidirlo, y entrenarnos.
Espacio abierto a TODAS las mujeres, con independencia de lo que te habite en este momento, con independencia de lo que creas sobre ti, con independencia de la etapa de vida en que te encuentres.
No necesitas nada más que decidir reconectarte con la mujer que ya eres, y con la mujer que te espera.
Empezamos en una semana + un día (2 de mayo).
A por ello. Toda la info aquí.