Siento esta ebullición creativa, de palabras que me traen aquí.
Tengo tres escritos empezados al tiempo. No sabía cuál desarrollar aquí. Pero cómo yo he aprendido a relacionarme distinto con los “no sé”, hoy empiezo por lo que sea, sin sobrepensarlo, sin darle vueltas a lo que no conduce a ningún lugar.
Así que decidí escribir aquí sobre un pensamiento que llegó a mi mente, hace un ratico, mientras manejaba, que tiene que ver con creaciones y emprendimiento, pero en realidad, tiene que ver con todo lo demás. Es decir: con todo lo que lleva el nombre de
experiencia humana.
El pensamiento fue “yo no te voy a enseñar a crear un lanzamiento exitoso” (pensando en The Creation Academy. Empezamos el 11 de septiembre). Porque no podría enseñártelo. Pero sí te voy a enseñar, a vivirte distinto el proceso.
Y no podría enseñártelo, porque aun siguiendo al pie de la letra las instrucciones, porque aun haciéndolo “todo bien”, de forma “correcta”, el lanzamiento podría no ser “exitoso”. Es decir: no ser un reflejo de las preferencias de tu mente, de tus objetivos, de lo que quieres.
Y esto es lo que he descubierto, cuando lo hacemos “todo bien”, cuando “seguimos las instrucciones”, cuando lo hacemos de forma “correcta”: que si no nos encontramos con los resultados que buscamos, la pregunta que aparece, es: ¿qué estoy haciendo mal? qué hice mal?
Y se los he compartido en otros espacios: a veces, esa pregunta tiene un grado de verdad.
Pero aquí no estamos hablando de esos a “a veces”.
Aquí estamos hablando de escenarios (la mayoría) en que esa pregunta es insustancial, y en realidad, nada más que un resultado del condicionamiento de la sociedad hypermasculine en la que vivimos.
Es decir: esta sociedad (y también la industria del coaching, en algunos casos), lo que nos llevan a creer es que si seguimos una serie de pasos, y no obtuvimos el resultado que buscábamos, hicimos algo mal (ya sea a nivel de mente/mindset, de inteligencia emocional, de acciones, de consistencia, de lo que sea).
Y eso es muy fcked up.
Porque la mayoría de las veces, no hicimos nada mal.
La mayoría de las veces, lo que en realidad está ocurriendo, es que la vida nos está pidiendo entrenarnos en confianza, en fracasología, en sostener el vacío.
La vida, a través de la ausencia de resultados esperados, a través de la fricción, está puliendo las personas que somos, las emprendedoras que somos, la madera de la que estamos hechas.
La mayoría de las veces, precisamente esa es nuestra arena:
Seguir bailando, seguir entregando el espectáculo más real y soñado y retador de nuestras vidas, aunque parezca que a nadie le interesa, aunque nadie esté mirando, aunque esa vocecita fruto del condicionamiento de esta sociedad hypermasculine, nos diga: qué fracaso, lo estás haciendo mal, esto para qué.
Y aplica para todo, no solo para emprendimiento.
Qué estoy haciendo mal? Pareja. Sigue caminando.
Qué estoy haciendo mal? Salud. Sigue caminando.
Qué estoy haciendo mal? Recursos. Sigue caminando.
Ojo, partiendo de la base de que en ese caminar, hay elecciones distintas, elecciones alineadas, que, aun así, todavía no dan resultado.
Y les dije que tenía tres escritos empezados al tiempo, el segundo tiene que ver con mi salud, en el que la conclusión, es la misma: sigue caminando.
Estás haciendo todo lo que puedes hacer. Te estás haciendo cargo. La ausencia de resultados no significa que lo estés haciendo mal. Sigue caminando.
Esa reflexión vendrá.
Por ahora.
Para caminar juntas, y aprender a hacerlo distinto:
Nos vemos en The Creation Academy. Empezamos el 11 de septiembre.
Y/O, LAST CALL para Catalyst, puedes unirte HASTA mañana, para nuestra segunda sesión.
Nos vemos del mismo lado.
DEMASIADO WOOOW. Me encanto, lo sentí, me conecto. Gracias por este regalo 💥