Dicho de un color: castaño más o menos oscuro.
De color siena, tierra de siena.
Siena es el nombre de una ciudad italiana perteneciente a la región de la toscana.
En época imperial, el nombre de esta ciudad era Sena Julia [otro de mis nombres preferidos].
También se denomina con este nombre a una gama de color, de la familia de los colores ocre y tierra.
Origen católico: Alda de Siena. Santa que etimológicamente significa extremadamente bella. Viene de la lengua celta.
Sienna es un nombre que simboliza la nobleza, la belleza y el espíritu aventurero.
Sienna es un nombre bíblico que deriva del hebreo Sión, que significa: ciudad de dios, dios ha escuchado.
El nombre de Sienna representa el amor de dios en la tierra.
En griego: sagrada
En latín: lugar de dios, luz de dios
El nombre Senia (diosa etrusca) se cree que significaba vieja, ancestral. Así que puede ser interpretado como: Ancient one from Sienna. Ancestral de Sienna. O aquella que vive mucho.
Todo esto lo supe después de haber elegido el nombre, de saber que ese era.
Les presento a Sienna (con doble n, porque escribiendo el nombre se sentía más natural así. Inicialmente pensaba que tendría solo una, después supe, al escribirlo, que tenían que ser dos).
En el episodio número 101 (¿qué tan hermoso es este número?) de Lo que nos habita podcast les conté la historia del encuentro con Sienna.
En esa hora y 19 minutos que duró el episodio, me sumergí en todos los detalles mágicos y sincrónicos de la historia, así como en datos cuirosos como por ejemplo el por qué de la elección del nombre Sienna, y lo fui intercalando con reflexiones. Se los dejo también al final.
Pero como esta historia está tan llena de tanto, quedaron cosas por fuera, que quiero compartirles aquí.
Rosas
El día en que llegamos a Sienna por primera vez, Sienna estaba llena de rosas.
La remembranza de mi amor por las rosas, el código genético de las mismas, se activó para mí, en mi cuerpo, a principios del 2022.
Ese mismo año, fruto del dolor y del desespero, le hice una promesa al cielo, y fue mi disposición a renunciar a las rosas si aquello que anhelaba con todo mi corazón ocurría.
Pero en un punto me di cuenta:
Prometí desde un lugar erróneo.
Porque a la vida no le interesa que me convierta en mártir.
La vida no me pide que me castigue, la vida no quiere que me castigue.
La vida quiere que me sumerja en ella, y que encuentre la belleza siempre.
Así que en un punto cambié mi promesa, y prometí, con independencia del resultado de mi anhelo, amar mucho más las rosas.
Llenar mi vida de belleza, llenar mi vida de ellas.
Esto lo escribí algún tiempo después, ese mismo año:
Spoiler alert:
Siempre hay rosas en mi casa.
Las compro.
Las compra él, para mí.
Spoiler alert:
Siempre encuentro belleza en medio del dolor.
Escribo poesía sobre cada corazón roto.
Recuerdo que todo esto es amor.
Y esto también es amor, amor.
Esto también es amor.
Esto es ella.
Esto es nosotras.
Spoiler alert:
Soy tan feliz, que no paro de gritar.
Estoy tan viva, que me permito sentirlo todo.
Y lo siento todo.
Y vivo.
L.RR
El año siguiente, sembré un rosal en tu nombre.
Y llegamos a Sienna, y estaba llena de rosas.
La espera
Desde que Sienna fue construida (hace un año), estaba desocupada.
Llevaba un año vacía.
Mi arrendataria nos contó que fueron varias personas a verla, pero que a todas les dijeron que no.
“Estábamos esperando a una persona muy de confianza, que nos generara tranquilidad”.
Sienna me estaba esperando.
El proceso
Ha habido muchos aprendizajes desde que comenzó este proceso (no en términos de: ya lo aprendí, sino en términos de: veo el mucho trabajo que tengo por hacer aquí).
He visto un montón: de mi dinámica con el mundo 3D, de mi forma de relacionarme con los cambios, del verdadero ritmo al que se mueve mi sistema, de mi dinámica/patrones en la relación con mis papás, y también: de mis avances en medio de todo ello.
No me voy a sumergir en ellos aquí (cada uno podría ser un Fragmento o un episodio del podcast en sí mismo).
Creo que en cambio estaré usando estos ejemplos, esta experiencia, estos aprendizajes y lo que he visto, para compartírselos en NUESTRA ARENA y enseñar desde ahí.
El cierre
Siento que Sienna llega a cerrar un ciclo, que no es el cierre de ciclo obvio (irme de la casa de mis papás y todo lo que ello implica), sino el ciclo de un patrón de dolor que yo seguía manteniendo vivo, de una historia que me he contado desde que tengo memoria, que me ha dolido desde siempre, y que ya estaba lista para morir.
La he estado viendo morirse poco a poco.
Me parece imposible que esté ocurriendo: que finalmente esté siendo libre de aquello que me ha pesado tanto, de ese dolor sin nombre.
Pero lo veo ocurrir, lo veo ser cierto.
Esta muerte empezó a ocurrir por la misma época en que empezó la búsqueda de Sienna, y en que la encontramos, y en que me mudé (claro está: porque llevaba muchos años, viendo aquello que está muriendo, más fuerte y doloroso que nunca, sin poder cambiarlo).
Hoy está cambiando.
Hoy estoy viendo un patrón tan instalado en mí, empezar a desinstalarse.
Y qué tan increíble, es eso.
*
Episodio de Lo que nos habita podcast con la historia del encuentro con Sienna, aquí:
Disponible también en Apple Podcasts, aquí.
Post en insta en honor a Cleopatra, a Isis, al Linaje de la Rosa, aquí:
Presentación oficial de Sienna en insta, aquí:
Y bitácora visual en forma de reel, aquí:
Si se las perdieron, en mis historias destacadas en insta hay una nueva historia destacada llamada Sienna, en la que he guardado todo lo que he compartido sobre Sienna hasta el momento.
Y si están listas, listos, para dejar sus armas sobre el suelo, hacer el trabajo de ego, y vivirse distinto esta experiencia humana, aquí pueden inscribirse a NUESTRA ARENA, hasta mañana viernes 31 de mayo.
El sábado las puertas ya estarán cerradas durante cinco meses (en caso de volver a abrirlas).
Nos vemos del mismo lado, y gracias siempre por leerme.