Si las sincronicidades no existen, yo no sé entonces qué es esta vida.
Ayer estaba en un cafecito con un amigo y sonó una canción muy amada de mi adolescencia, así que de una le hice shazam para descargarla, pero mi shazam no la reconocía.
Intentamos varias veces y nada, pero en esas me acordé del nombre.
Y como ocurre con las letras de canciones tan amadas, la canté mientras sonaba en el cafecito sin haberla escuchado en añossss.
Y (aquí va la sincronicidad):
Es como si el cielo supiera (lo sabe) que viene pronto Freedom Writers (ya empezamos sin haber empezado, con tres ejercicios de escritura del alma de sintonización, tienes acceso inmediato a los mismos al decidir ser Freedom Writer), y me la hubiera mandado.
LITERALMENTE. ES UNA CANCIÓN SOBRE ESCRITURA Y SOBRE LA VIDA Y SOBRE SENTIR Y SOBRE EL SOL Y SOBRE LA LLUVIA Y SOBRE LA EXPANSIÓN Y SOBRE ESTA VIDA QUE ES SOLO NUESTRA Y SOBRE LO QUE SOLO NOSOTRAS PODEMOS ESCRIBIR Y SOBRE ROMPER LAS REGLAS Y SOBRE LO QUE VIENE.
Waaaaaa.
La tengo en repeat desde ayer. Hoy me sumergí en la letra, y NO PUEDE SER.
Y sin embargo: SÍ PUEDE SER.
Porque esas son las sincronicidades: LO QUE NO HAY FORMA DE QUE SEA, QUE ES.
Lo que no tenía cómo encontrarnos, y nos encuentra. Lo que se había perdido, y regresa. Lo que llega en el momento justo, en el instante exacto en medio de los segundos que lo esperaban. Lo que no tenía cómo ocurrir, y sin embargo ocurre (el milagro que no es milagro sino un proceso o un proceso con un resultado que es un milagro, da igual). Como el duelo, que parecía no terminar, y sin embargo, termina (y las que compraron mi primer poemario, saben a qué me refiero por esto).
En julio del 2020 les entregué esta definición de sincronicidades en mi insta (me gustaba definir palabras, tal vez empiece a hacerlo de nuevo):
Sincronicidad
Del latín unio (unión) y tempus (tiempo)
1. (f) El baile de los encuentros que no tenían cómo suceder.
Un: era imposible.
Un: nadie lo esperaba.
Una: coincidencia.
No.
Un escuchar al estar lista.
Un ver al abrir los ojos.
Un momento trazado para calar en la piel.
Así que.
No sé cómo hacer esta canción parte de Freedom Writers, porque literalmente quiero detenerme en cada palabra de la letra y exprimirla toda. Pero sé que lo será. Nuestra canción de inicio, de transcurso, de cierre, de anclaje, de recordatorio. Porque es demasiado. He estado muy tentada a compartirla públicamente con todas, Freedom Writers o no, pero significa tanto, que creo que la reservaré para nuestro espacio lleno de alma, de libertad, de poder, y de vuelo, que nos espera.
Así que las espero ahí a ustedes, quienes no han decidido volar todavía.
¿Qué es Freedom Writers?
Mi nuevo programa de Escritura Catalizadora dirigido a enseñarte a usar la escritura como una herramienta de vida, de transformación, de catalización hacia la acción, hacia tus potencialidades, hacia una vida y a un mindset más expansivo, tuyo, libre, poderoso, mágico (como las águilas), para hackear nuestro cerebro, para ser nuestras propias coaches, para crear tierra fértil para lo que nos habita y catalizarlo hacia algo más nuestro.
Si ya sabes hacerlo, vamos a llevarla lejos (Y CREÉME QUE YO TAMBIÉN CREÍA QUE SABÍA, Y MI ESCRITURA HA SIDO REVOLUCIONADA CON LO QUE TE VOY A ENSEÑAR AQUÍ).
Si no sabes hacerlo, este es el lugar.
Te vas a llevar el detrás de cámaras de mi práctica de escritura, para hacerla tuya, o adaptarla a la tuya.
Y tanto más.
Porque, como siempre. We dive deep. Nos sumergimos profundo.
Nos vemos del mismo lado, FREEDOM WRITER.